Cemento* muy empleado desde la Época romana hasta el Barroco, debido a sus buenas propiedades hidráulicas. Se obtenía mezclando cal* con puzolana* molida, preparando así morteros* de una elevada resistencia, sobre todo para construcciones que estuviesen en contacto con el agua*. Actualmente, este cemento se fabrica también con puzolanas artificiales.