Motivo decorativo de talla*, consistente en la imitación de la silueta de un pergamino. Adopta la forma de una i latina mayúscula relevada, con los trazos superior e inferior de perfil de ballesta*, simple o de doble trazo paralelo, caso este último en el que se suele acompañar de tracerías góticas de adorno. Recuerdan pergaminos plegados por la mitad.
Nace en el siglo XV, en torno a los Países Bajos y al norte de Francia, y se extiende por toda Europa occidental, donde pervive en algunos países durante la primera mitad del XVI. En castellano se han considerado tradicionalmente sinónimos los téminos pergaminos y plegados, aunque últimamente se distingan entre sí, siguiendo la bibliografía europea.