Moneda* cortada en dos o más porciones. En ciertas ocasiones, la falta o escasez de moneda fraccionaria* obligaba a dividir piezas de mayor valor en varias partes iguales, que pudieran usarse como divisores. A veces, los segmentos resultantes recibían una contramarca* o resello*, que les otorgaba el valor por el que debían circular*.