GRIMAL, P. (1989): Diccionario de mitología griega y romana. Barcelona: Paidós Ibérica.
(’Όλυμπος). En el mundo griego existían numerosos montes llamados Olimpo: uno, en Misia; otro, en Cilicia; un tercero, en Élide; otro, en Arcadia, y, finalmente, el más célebre de todos, que se alzaba en los confines de Macedonia y Tesalia. Desde los poemas homéricos, el Olimpo es considerado como la mansión de los dioses, en particular como la morada de Zeus. En él, por ejemplo, el dios pesa los destinos de [[Aquiles]] y Héctor, y desde su altura precipita a [[Hefesto]] cuando éste quiere intervenir en favor de [[Hera]], etc. Sin embargo, poco a poco la residencia de los dioses se va diferenciando de la [[montaña]] tesalia, y el término Olimpo se aplica, de manera general, a las «moradas celestes» donde reside la [[divinidad]] (GRIMAL 1989: 387).