La técnica fue empleada habitualmente entre los siglos II-I a.C. cuando fue sustituida por la técnica del opus reticulatum*.
Técnica de edificación de la arquitectura romana, en la que mampuestos (labrados o no) se colocan aleatoriamente o de manera regular dentro de un muro de opus caementicium*. Inicialmente la superficie visible quedaba irregular, pero la técnica se fue desarrollando, empleando piedras labradas de manera uniforme en forma de cono o pirámide y colocadas con la punta hacia dentro (para favorecer el agarre entre la piedra y el núcleo de opus cementicium) y más cerca la una de la otra, reduciendo la capa de mortero y dejando la superficie que quedaba a la vista más nivelada. Las escuadras se reforzaban con sillares tallados.