A veces la aplicación de telas recortadas sobre otro tejido se ha relacionado tradicionalmente con el bordado de aplicación*, aunque técnicamente no se trata de un bordado.
Aplicación* de elementos naturales (flores, dientes, huesos, plumas, semillas, etc.) o artificiales (tejido*, objetos metálicos, plásticos, piezas de vidrio, etc.) a un tejido con fines decorativos. La aplicación de telas recortadas (habitualmente de formas florales o geométricas y de un color distinto) y con el contorno de cada motivo realzado con pequeñas puntadas que lo perfilan, fue una técnica muy empleada en España desde la Edad Media hasta el siglo XVI.