En la Edad Media el término "papel transparente" designaba al pergamino* al que se le había eliminado la parte carnosa y, a continuación, se le impregnó con aceites* o resinas, con el fin de hacerle más transparente.
Papel* fino, transparente o translúcido, que permite reproducir con claridad cualquier imágen (dibujo, texto, forografía, etc.) que se pone debajo. Tradicionalmente, el papel transparente se preparaba tratando la hoja con aceite de linaza*, de nuez* o de amapola*, con resinas vegetales* o con colas*. Actualmente se elabora mediante un tratamiento mecánico, durante la preparación de la pasta*, que deja la fibra muy corta y, luego, refinándolo mediante un baño prolongado con ácido sulfúrico*. Según el proceso de fabricación, se comercializa como papel vegetal* o papel cebolla.