A lo largo de la Antigüedad y de la Edad Media, en la literatura técnica, el término "crisocola" se ha empleado para identificar algunas aleaciones de cobre empleadas en la soldadura de objetos de oro*, el mineral malaquita* o cualquier mineral de cobre de color verdoso.
Con este nombre se identifica actualmente un silicato* de cobre* hidratado (frecuentemente, con inclusiones de otros minerales* como alúmina*, óxidos de hierro*, etc.). Su color es de un tono verde azulado y se emplea como una mena menor de cobre. Fue muy poco empleada en las técnicas pictóricas y, sobre todo, en algunas pinturas murales del Turkestán Chino y en miniaturas en Egipto y en la península de Sinaí. No obstante, fue muy usada como piedra decorativa por varias culturas, como la de los Incas.