En los tratados barrocos españoles de pintura se empleaba el término temple* como sinónimo de témpera.
Término italiano que, tradicionalmente, se empleaba para designar todos los pigmentos* diluidos en agua y aglutinados con todo tipo de adhesivo* (cola*, goma*, clara* o yema de huevo*, etc.). Actualmente este nombre se utiliza para todas las pinturas acuosas preparadas industrialmente, así como alguna de sus técnicas particulares (como la acuarela* o el gouache*, un hecho que ha generado cierta confusión.