El nombre verde de cromo se emplea para asignar dos pigmentos minerales* sintéticos. El primero es una mezcla de amarillo de cromo* y azul de Prusia*, usado desde comienzos del siglo XIX, aunque su uso no es muy recomendado por su inestabilidad química. El segundo es un óxido de cromo* anhidro, de color verde oliva, opaco y muy estable. Fue descubierto a comienzos del siglo XIX, pero su uso como pigmento comenzó a partir de 1862. Aunque es apto para todas las técnicas pictóricas no fue muy empleado (debido a su tono poco brillante) exceptuando, quizás, su uso en la pintura mural al fresco.