Fracturas debidas a la tensión causada por el ejercicio repetitivo. Se cree que son producto de una combinación de fatiga muscular y falla ósea, y que ocurren en situaciones en las que la remodelación ósea predomina sobre la reparación. Las zonas de estrés más comunes son el metatarso, la fíbula, la tibia y el cuello del fémur.