Este tipo de tinta se conoce también con los términos "tinta de bugalla", "tinta metaloácida" o "tinta ferrogálica". Aunque todos ellos se emplean habitualmente, su uso puede crear confusion respecto a la preparación y los componentes de la tinta. Por esta razón, es más correcto el uso del término "tinta ferrotánica" ya que hace referencia a la reacción entre una sustancia tánica y el hierro, que es la única que puede dar una coloración negra.
Tinta caligráfica* preparada a partir de la mezcla de una sustancia tánica (tradicionalmente se emplearon las agallas*) con sales de hierro* que, en una disolución acuosa, reaccionan y dan como resultado un líquido de color negro. Este líquido, aglutinado con goma arábiga*, fue la tinta negra que a la tinta de carbón* y se mantuvo en uso desde el siglo XI hasta la aparición de las tintas sintéticas en el siglo XIX. La oxidación de las sales de hierro* provoca la corrosión del papel* en el trazo de la tinta y cambios cromáticos hacia tonos más negros.