Colorante* orgánico animal de color rojo, extraído de las larvas de algunos insectos del género "Kermes" y, principalmente, del "Kermes vermilio". Estas larvas se encuentran en las ramas de la coscoja* ("Quercus coccifera"), un roble muy habitual en los países Mediterráneos, donde los insectos depositan sus huevos. El principal elemento químico del colorante es el ácido* kermésico. Fue uno de los tintes rojos naturales más antiguos en la industria textil. En las técnicas pictóricas fue empleado, principalmente, como pigmento laca*. A partir del siglo XVI su uso fue desplazado por el empleo de la cochinilla*.
En la Antigüedad (o, incluso, en la Edad Media) se desconocía el origen animal de este colorante y se creía era vegetal, ya que los insectos depositaban sus huevos en las ramas del roble, de donde se recogía, luego, una mezcla de cáscaras*, larvas y excreciones del propio árbol. Por esta razón se conocía como "coccus", es decir, baya, o "granum", es decir, semilla. Cuando se reconoció el origen animal del colorante comenzaron a emplearse también los términos "kermes" y "vermiculum" para designarlo, haciendo referencia a los "pequeños gusanos" (las larvas del insecto) que se usaban en su preparación. A lo largo de la Edad Media comenzó a emplearse también el término "carmin", vocablo derivado del nombre "kermes". El uso de todos estos nombres generó posteriores confusiones, debido al uso de los términos "carmin" y "grana", a partir del siglo XVI, para designar también el colorante rojo de la cochinilla; y del término "vermiculum" y de su derivado "vermilion", para designar el bermellón*.