Con el nombre de "borne de Flandes" se conocía tradicionalmente en España la madera de roble procedente del Báltico importada a través de Flandes, muy utilizada en el sur de la Península para los retablos.
Madera* de color miel y de veteado color pardo, unas veces claro y otras oscuro. Presenta anillos porosos muy marcados. En el corte transversal, los vasos de la madera tardía se muestran organizados radialmente, mientras que los de la madera temprana se manifiestan en capilares profundos en los cortes radial y tangencial. Los radios medulares combinan los muy gruesos, que aparecen en el corte tangencial en forma de grandes espejuelos, con otros uniseriados, apreciables sólo con lente o al microscopio; los primeros son los de mayor desarrollo de las especies arbóreas. Es dura y de grano grueso. Por su alto contenido en tanino* se usa en el curtido de las pieles*, aunque también es un inconveniente ya que produce corrosión en las guarniciones de metal*. La llamada doble albura del roble es un anillo de crecimiento con características de la albura que se presenta en ocasiones en el duramen, debilitando la madera. En mobiliario se ha usado tradicionalmente en macizo en el oeste de Europa: Inglaterra, Países Bajos y Francia, principalmente. En esta última es típica de las armaduras del mobiliario chapeado. En Inglaterra la erudición tradicional denomina "Edad de roble" al mueble tradicional del Renacimiento y del Barroco. Los primitivos flamencos, así como la escuela francesa y portuguesa, utilizaron mucho la madera de roble como soporte* de la pintura, especialmente, cuando se trataba de una sola pieza.
El roble ("Quercus spp") es un árbol de la familia de las Fagáceas. Es común en Europa del norte y occidental: Escandinavia, norte de Alemania, Holanda, Rusia y norte de España.