El término "laca" ha generado cierta confusión, debido a su uso desde la Edad Media como nombre genérico ("lacca") para designar a varias sustancias coloreada, como a la goma laca* o a los barnices coloreados que imitaban a la laca original, como la "laca de la India", fabricada con goma laca* o con sandáraca*.
Resina vegetal* extraida del tronco de varias especies del género "Rhus" de la familia de las Anacardiáceas y, especialmente, de los árboles "Rhus vernicifera" y "Rhus succedanea". En el momento de su extracción el color es grisáceo, pero en contacto con el aire y la humedad polimeriza, se endurece y se oscurece hasta adquirir tonalidades marrones, rojizas e, incluso, negras. Por esta razón hace falta someterla a un proceso de purificación.
Parece que en China se usaba, desde la Antigüedad, como barniz* protector de la madera*, aunque la difusión de su uso se inició con la dinastía Han (206 a.C.- 220 d.C.), aplicada en objetos fabricados con una variedad de materiales (madera*, tela, cuero*, metal*, etc.). La laca se podía aplicar en su tono original o teñida en varios colores, principalmente negro y rojo. Técnicamente, la aplicación de la laca era un proceso muy complicado, ya que se extendía en varias capas (a veces combinando los colores) que se dejaban secar durante días y luego se pulían. La superposición de capas permitía alcanzar tales espesores que, incluso, permitía su tallado, una técnica muy usada en los talleres de la dinastía Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911). El uso de la laca fue introducido en Japón en el siglo VI, a través de Corea (laca japonesa*). A partir del siglo XVI se exportaron masivamente piezas decoradas con laca en Europa (biombos, cofres, jarras, muebles, etc.), originando muchas imitaciones europeas.