Derivado clorado de los hidrocarburos* alifáticos (triclorometano), sintetizado en 1831. Es un líquido incoloro, tóxico y más denso que el agua*. Presenta una leve tendencia a descomponerse por acción del aire y de la luz. Es un disolvente* muy eficaz para ceras* vegetales, resinas naturales* y lacas industriales, sobre todo mezclado con otros disolventes orgánicos.