Tinta caligráfica* compuesta por negro de humo* en una suspensión de aceite*, añil*, alcanfor, goma* y otros aglutinantes como la cola de pescado*. Es indeleble en agua, brillante y su color no pierde intensidad. Fue introducida en Europa en el siglo XVI, aunque ya se conocía su uso en Oriente desde el segundo milenio. Una vez preparada y seca, se suele conservar en pequeños bastones o pastillas.