Hojas* de varias plantas del género "Nicotiana" y, especialmente, de la " Nicotiana tabacum". El consumo de estas hojas estuvo extendido entre los indígenas de Sudamérica, especialmente, en la zona andina. Las hojas secas del tabaco* se fumaban o se masticaban. También podían quemarse y aspirar el humo producido o se trituraban para fumarlas en cañas cortas y pipas o envueltas en hojas de tabaco secas que recibían el nombre de "cohiba", "cogiva" o "coviva". En general, se empleaban en la preparación de ungüentos y como sustancia narcótica. A partir del descubrimiento del Nuevo Mundo, el consumo del tabaco se extendió en Europa bajo la forma de cigarrillos, puros, tabaco para pipa, tabaco para mascar o rapé, éste último de moda en las cortes europeas durante los siglos XVII y XVIII. Las hojas secas y molidas del tabaco fueron empleadas, tradicionalmente, como insecticida. A lo largo del siglo XVII, en las plantaciones coloniales de Norteamérica, las hojas de tabaco fueron utilizadas como dinero, ante la falta de moneda en circulación.
El género "Nicotiana" de la familia de las Solanáceas* incluye alrededor de 60 especies, originarias de América (de la zona andina, entre Perú y Ecuador). El tabaco se consideraba una planta sagrada en muchas regiones de América.