(Δρυόπη). Dríope, hija única del rey Dríope (Δρύοψ), guardaba, cerca del Eta, los rebaños de su padre. Las Hamadríades la tomaron por compañera de juego y le enseñaron los himnos y danzas preferidos de los dioses. Apolo al verla en medio de sus coros, se enamoró de ella y, para acercársele, se transformó en tortuga. Las jóvenes se pusieron a jugar con ella como con una pelota, y al fin, Dríope recibió sobre las rodillas al dios metamorfoseado. En seguida adopto la figura de serpiente y unióse a ella. Espantada, Dríope regreso a su casa y no dijo nada a sus padres. Pero no tardó en casarse con Andremón, hijo de Óxilo, y al cabo de poco dio a luz a un hijo, Anfiso.
(Δρύοψ). Dríope, cuyo nombre recuerda la palabra que significa árbol o encina, es el epónimo del pueblo de los Dríopes, considerado como uno de los primeros que ocuparon la península helénica. Tan pronto se hace de él un hijo del río Esperqueo y de la hija de Dánao Polidora, como de Apolo y Día, hija de Licaón. Sus descendientes, que habitaban primero en la región del Parnaso, fueron expulsados por los dorios y obligados a dispersarse. Unos se establecieron en Eubea; otros, en Tesalia; otros, en el Peloponeso, y algunos, incluso en la isla de [[Chipre]].