Grabado* en relieve sobre metales blandos que se rebajan con punzones y percutores de punta estrellada, circular o cruciforme. Dicha percusión, efectuada en las zonas de negros, crea una sensación de punteado blanco muy peculiar y unos valores intermedios que suavizan los contrastes violentos de luz-sombra. La invención del acribillado se debe a los orfebres renanos activos en la primera mitad del siglo XV.